Antes de comprometerte con una compañía telefónica, revisa las ofertas

Quizás han llamado a tu puerta y un agradable comercial te ha hecho una oferta que te ha parecido muy buena. Tal vez estás a punto de firmar, pero ¡piénsalo bien! Esa oferta que te parece tan buena porque no la conocías anteriormente, podría no ser la única del mercado. ¿No es posible que haya otras ofertas que no conozcas todavía y que puedan ser incluso mejores?

Antes de comprometerte debes de pedir una copia bien detallada de la oferta y compararla en Internet con otras, especialmente las que hace tu propia compañía. Por ejemplo, las ofertas euskaltel para clientes son muy buenas y se suelen aplicar de manera automática. Normalmente, las compañías de teléfono ofrecen sus mejores planes a los nuevos clientes y olvidan a los que ya hace años que confían en ellos porque los dan por seguros, pero no es el caso de Euskaltel. Así sucede que a veces los clientes desconocen cuánto están pagando realmente por sus líneas y por su conexión.

Llama a tu compañía y pregúntales cuánto estás pagando. Si supera la oferta que te han hecho, cuéntales lo que te han prometido en otra compañía y pregúntales si pueden igualarla. Seguramente te sorprenda descubrir que, en algunos casos, ya estás pagando realmente menos y estás teniendo mejores ventajas. En otros, simplemente podrán igualártelo y darte algo que te convenza sin tener que cambiar de compañía con todo lo que esto conlleva. Desde luego, una ventaja que es para tener en cuenta.

Y es que es importante que mires la oferta real, no lo que te van a descontar durante tres meses, sino el precio que te van a dejar para siempre. Solo así podrás comparar un precio u otro de una forma real. Solo así sabrás qué estarás pagando de verdad y no con un precio promocionado que, una vez que acabe, no tendrá nada que ver con el auténtico. Y, lo que es peor, seguro que habrás adquirido un compromiso durante uno o dos años que te obligará a pagar ese dinero religiosamente cada mes si no quieres sufrir penalizaciones.

Por tanto, antes de firmar nada piénsalo. No te dejes llevar por impulsos ni por lo típico de que “esta oferta es solo para hoy, si no firmas la vas a perder” porque simplemente no es cierto y mañana tendrán otra idéntica.