Una de las cosas que más nos gustaba cuándo éramos niños y comenzábamos un nuevo curso era que todo era nuevo, al menos para nosotros, ya que a veces heredábamos de hermanos o primos. Quizás también has heredado tu casa de algún familiar o la has comprado de segunda mano y, aunque para ti es de estreno, hay cosas que te gustaría renovar y estrenar realmente. Las reformas de cocinas son de las más habituales en viviendas que tienen ya unos años y además se realizan muy rápido. ¿No te gustaría estrenar una cocina nueva tras tus vacaciones de verano, cuando empieza el nuevo curso?
Si planificas bien tu obra podrías incluso irte de vacaciones el tiempo que tarde en hacerse para así no tener que sufrir los inconvenientes de tener a los obreros trabajando en casa y de estar viviendo sin cocina durante los días que dure la obra. Realmente, una reforma en la cocina no lleva mucho tiempo si se planifica bien, pero si se van a cambiar tuberías, suelos y alicatados, dependiendo del tamaño de la cocina y del tipo de obra que se escoja, puede llevar entre siete y quince días finalizarla.
Escoge una empresa de reformas en la que puedas confiar, que sepas que van a cumplir con los plazos de entrega y que van a llevar a cabo un trabajo de calidad sin necesidad de tener que estar encima controlando todo lo que hacen para asegurarse de que está correcto. Planifica con ellos la nueva cocina y deja todos los detalles bien decididos, desde dónde irán los enchufes hasta cómo quieres que se coloquen los azulejos o los suelos. Siempre es preferible una empresa de reformas integrales que se ocupen de todo, incluso de la gestión de los permisos y de solicitar contenedores para los escombros.
Pacta también la limpieza no solo de la cocina, sino de toda la casa una vez que se acabe la obra, así cuando llegues de las vacaciones te encontrarás una agradable sorpresa y una cocina a estrenar en lugar de una casa que requiere horas y horas de trabajo para eliminar todo el polvo y la suciedad generada por las obras. Será tan agradable como irse dejando una casa con una cocina antigua y que no te gusta y volver encontrándose una cocina nueva en su lugar, totalmente adaptada a tus gustos y tal y como la habías planificado.