Decoración de paredes: ¿cuáles son las soluciones más ecológicas?

Sin respeto al medio ambiente no hay interiorismo. Al menos no para las nuevas generaciones, cada vez más comprometidas con la sostenibilidad en todas las esferas de la vida, incluida la decoración doméstica. Son muchas las soluciones que permiten embellecer y preservar las paredes del interior, como el uso de aplacados de piedra artificial decorativa.

Como la piedra natural, las plaquetas de roca sintética poseen cualidades aislantes del ruido y de la temperatura. En paredes y otras superficies de edificios y viviendas, este material aumenta la eficiencia energética y disminuye la dependencia hacia el suministro eléctrico, con todo lo que ello conlleva: un menor gasto en la factura de la luz y una reducción de la huella de carbono.

Pero a diferencia del granito, el mármol o la caliza natural, este tipo de revestimientos no fomenta la extracción de piedra en cantera, con la explotación de recursos que ello supone y el riesgo, a su vez, de seguir deteriorando el paisaje natural. De forma indirecta, decorar las paredes con piedra sintética contribuye a preservar el medio ambiente.

El bambú panelado es otra solución eco-friendly, con una resistencia y durabilidad fuera de lo común. No sin razón recibe el sobrenombre de «acero vegetal». De modo secundario, invertir en este producto fomenta los bambúes, especie capaz de absorber los gases de efecto invernadero y oxigenar su entorno. 

Al contrario que otras maderas, las especies de Bambusoideae se desarrollan a un ritmo acelerado (no hay planta en el mundo que crezca tan rápido, de hecho). Por consiguiente, su utilización no acarrea un perjuicio para los bosques de este emblema nipón.

Si ni las maderas exóticas ni la piedra sintética convencen al propietario, una alternativa son las pinturas ecológicas. Se fabrican sin metales pesados ni compuestos orgánicos volátiles (COV), cumpliendo las normas de seguridad y siendo, además, biodegradables.