Dicen que elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. No sé si será del todo cierto, pero desde luego, regentar mi propia agencia de alquiler de autocaravanas en Pontevedra se acerca bastante a esa idea.
Siempre he sido un apasionado de los viajes, de la aventura y de la libertad que te da la carretera. Y qué mejor manera de combinar esas pasiones que ayudando a otros a disfrutarlas también. Por eso, hace unos años, decidí dar el salto y montar mi propia empresa.
Al principio, como en todo nuevo proyecto, hubo momentos de incertidumbre, de papeleo interminable y de algún que otro quebradero de cabeza. Pero con esfuerzo, dedicación y una buena dosis de ilusión, fui viendo cómo mi sueño tomaba forma.
Ahora, cada día es una nueva aventura. Me encanta recibir a los clientes, asesorarles sobre las mejores rutas, ayudarles a elegir la autocaravana que mejor se adapta a sus necesidades y, sobre todo, compartir con ellos mi pasión por este estilo de viaje.
Hay días en los que me toca explicar a una familia con niños pequeños cómo funciona el sistema de aguas de la autocaravana, otros en los que ayudo a una pareja de jubilados a planificar su ruta por la costa gallega, e incluso algunos en los que preparo un vehículo para un grupo de amigos que se van de festival de música. Cada cliente es un mundo, y eso es precisamente lo que hace que este trabajo sea tan enriquecedor.
Por supuesto, no todo es coser y cantar. También hay momentos de estrés, como cuando una autocaravana vuelve con algún desperfecto o cuando hay que hacer malabares para cuadrar las reservas en temporada alta. Pero al final, la satisfacción de ver a los clientes felices y con ganas de volver compensa con creces cualquier contratiempo.
Gracias a mi agencia, he conocido a gente maravillosa de todos los rincones del mundo, he descubierto lugares increíbles que jamás habría imaginado y he aprendido un montón sobre el mundo del caravaning. Y lo mejor de todo es que he conseguido convertir mi pasión en mi profesión.
Si tú también sueñas con la libertad de la carretera, te animo a que te lances a la aventura y alquiles una autocaravana. ¡Te aseguro que no te arrepentirás! Y si pasas por Pontevedra, ya sabes dónde encontrarme.