El alquiler de naves industriales vuelve a repuntar

El alquiler naves industriales parece que está repuntando en los dos últimos años, según datos que trasladan las inmobiliarias. Pero, ¿qué importancia real tiene este dato? Lo cierto es que el alquiler de naves industriales es uno de los indicadores de la economía. En época de crisis es normal que muchos negocios se vengan abajo y dejen de usar sus naves y estas pueden pasarse años vacías porque no hay nuevos negocios dispuestos a emprender y alquilarlas.

Cuando la economía comienza ir mejor es cuando estas naves largo tiempo olvidadas vuelven a ver la luz y se alquilan para montar nuevos negocios que comienzan o ampliaciones de otros que ya estaban establecidos y que esperaban a que las cosas fueran un poco mejor para cambiarse a una nave de mayor tamaño y dar un paso en su crecimiento.

Muchas personas que se dedicaban al alquiler de naves industriales como modo de vida vieron sus ingresos muy mermados durante la crisis y se vieron obligados a bajar mucho los precios de los alquileres a fin de no tener las naves vacías, algo que les ocasionaba grandes gastos. Ahora, aunque las cosas han mejorado, los alquileres no hay recuperado los precios de antes de la crisis, pero al menos van consiguiendo llenar todos los inmuebles industriales en lugar de tenerlos vacíos la mayor parte del tiempo.

Para un empresario la opción de alquiler de la nave industrial es siempre la mejor cuando se comienza. El precio de una nave en propiedad es tan elevado que la mayoría no pueden afrontarlo. Además, en caso de que las cosas fueran mal, se verían con una deuda muy difícil de pagar ya que una nave no se vende con facilidad.

Además, las necesidades que tiene una empresa en sus inicios no tienen mucho que ver con las que tienen cuando ya está avanzada la actividad, por eso pueden alquilar al principio una nave y, con el paso del tiempo, pasarse a una de mayor tamaño. Muchas empresas hacen sus números y deciden que, incluso cuando ya pueden permitírselo económicamente, no les compensa tener naves en propiedad porque el mantenimiento de las mismas supone una serie de gastos elevado y difícil de predecir. El alquiler, en cambio, es un gasto fijo, que además se pueden desgravar de los impuestos y que no les va a dar sorpresas en ningún momento.