Cuando me canso de trabajar 

Hay días en que no apetece trabajar, supongo que a todos nos pasa. Debo decir que creo que yo suelo tener bastante fondo a la hora de trabajar, pero en algunos días el cerebro no da para más. Y lo suelo notar pronto, al poco de levantarme y ponerme al tajo. Además de que suelo ir más lento, es como si no estuviese centrado en el tema y se me va la cabeza, y entonces abro una pestaña nueva en el navegador y miro cualquier cosa.  

Y entonces me doy cuenta de que ese día no voy a estar tan productivo como habitualmente. Suele pasarme cuando llevo muchos días trabajando seguidos o cuando hago algunas horas extras y al final ya llega un día que mi mente dice hasta aquí. Y a no ser que tenga mucho pendiente, suelo concederme un poco de remoloneo. Y lo que más me gusta hacer es mirar algunas tiendas online. No soy de comprar muchas cosas, pero tengo dos o tres aficiones, como por ejemplo el vino, que me entretienen mucho.

Y si bien antes me iba a la tienda y miraba hasta la última botella de vino, ahora con internet es todo mucho más fácil. No necesito irme hasta Pontevedra, por ejemplo, para conocer hasta el último detalle de las botellas de Adega Condes de Albarei. Reviso cómo están los precios y que variedad tienen y, sobre todo, si hay ofertas de cajas. Y se veo algo interesante me lo dejo en favoritos para valorarlo más adelante. 

No es que me guste mucho concederme “premios” por trabajar. Lo veo algo peligroso. No me gusta asociar el trabajo al consumo, como si trabajásemos sólo para pagar nuestras aficiones, pero una cosa es lo que quieres ser y otra lo que eres. Y lo cierto es que yo soy un gran aficionado al vino, y entre ellos, el vino blanco me puede, sobre todo si es de calidad como los que salen de la Bodega Condes de Albarei. Así que en días en los que no puedo más con el trabajo, le doy al “click” y me premió con unas botellas de vino.