¿Hay algo más importante que la salud de tu bebé?

Cuando un bebé llega al mundo a sus padres les cambia totalmente la vida, especialmente cuando es el primero. No solo porque se vayan a pasar noches en vela si la criatura llora, sino porque su escala de valores se va a ver modificada de una forma radical. De repente, el bebé ocupa el primer lugar en importancia en sus vidas y todo lo demás, todo lo que antes era tan importante, pasa a un segundo plano.

Y esto se ve, sobre todo, en el presupuesto familiar. El dinero que antes se dedicaba al ocio pasa a ser para las cosas del bebé incluso antes de que este nazca. Su habitación tiene que tener todo lo que necesita y todos los padres quieren que tenga un buen capazo o una silla que les permita pasearlo con comodidad. 

Pero si hay algo que importa sobre todo a los padres, es la salud del bebé. Y para esto no se puede escatimar en nada. Pero, ¿y si nos sale un niño de esos que cogen todos los catarrillos y virus que hay alrededor? Pues puede salir en un pico llevarlo al médico pagando por cada consulta si no nos podemos permitir el esperar horas y horas en una sala de urgencias pública. 

Y, aunque no queremos ni pensarlo, también existe la posibilidad de que el niño tenga algún problema de salud crónico. Incluso aunque no sea muy grave, que precise de atención constante, como una intolerancia o una alergia.

Una manera de tener a nuestro bebé siempre con la mejor atención médica es contratando un seguro médico para bebés que nos garantice que el pediatra que nos gusta lo atenderá cuando se ponga malito y que tendrá a los especialistas y los hospitales de más prestigio a su disposición. 

Y lo mejor de todo es que al contratar este tipo de producto, no estaremos contrayendo un gasto más, sino que estaremos ahorrando. Porque con una cuota fija, tendremos acceso a todas las consultas que necesitemos por un precio muy reducido (si hemos escogido opción con copago) o incluso gratis (opción sin copago y determinadas consultas). Y las pruebas que se realicen tendrán también un coste pequeño. 

De esta manera, aunque estemos dispuestos a darlo todo por nuestro peque, quedará algo para que los papis también se cuiden o se den un pequeño capricho.