Mi mascota es parte de la familia

Mi mascota es parte de mi familia. Esta es una frase que cada vez escuchamos con más frecuencia. Pero cuando el animal se pone enfermo y hay que pagar una operación cara, entonces es cuando se ve si lo que se estaba diciendo a boca llena es o no es real. Una operación veterinaria no es ninguna broma y para muchas familias supone tener que pedir un préstamo para afrontar todos los gastos que conlleva. Por eso, si de verdad quieres a tu mascota como si fuera de tu familia, lo mejor que puedes hacer por ella es contratarle seguros veterinarios para mascotas que le permitan tener una buena atención veterinaria sin que eso suponga un problema para el resto.

Los seguros veterinarios permiten, por lo general, escoger entre varias clínicas diferentes. Cubren las revisiones normales que se llevan a cabo todos los años y las vacunas, al menos casi en su totalidad. Pero, además, permiten descuentos muy importantes en el caso de que el animal sufra una enfermedad que le obligue a realizar pruebas o a pasar por el quirófano. Raro es el animal que a lo largo de su vida no sufre algún malestar que obliga a realizar una ecografía o a realizar una placa de rayos X, aunque solo sea para comprobar el estado de sus huesos cuando llega a la vejez.

Gracias a los seguros veterinarios para las mascotas el gasto que llegará será mucho más asumible y no supondrá un desequilibrio para la economía de toda la familia. Porque querer a un animal no es solo ayudarlo cuando lo necesita, es prevenir sus necesidades y tenerlas cubiertas de forma anticipada. Así, no solo se le protege a él, se protege a toda la unidad. Y lo mejor es que si se tienen varias mascotas, estos seguros tienen descuentos para facilitar que todos puedan contar con el suyo.

Con un seguro veterinario también tenemos cubiertos otro tipo de gastos, como por ejemplo los que puedan surgir en el caso de que nuestra mascota llegue al final de su vida. Hoy existen crematorios para mascotas en los que se puede incinerar su cuerpo y conservarlo en una bonita urna. Así, siempre podrá tener un lugar destacado en nuestro hogar. Estas urnas tienen formas muy variadas y decorativas, de manera que no parece que sean ceniceros. Los gastos de cremación pueden correr a cuenta del seguro.