Trabajos manuales para el cole 

Nunca me gustaron los trabajos manuales cuando iba al colegio. Supongo que no tenía habilidad para esa clase de cosas, pero tampoco mostraba ningún interés. Ahora que tengo un hijo pequeño me ha tocado volver a ponerme al día con todas esas cosas. Porque a ver cómo le digo al peque a que a mí no me gusta hacer trabajos manuales. Por suerte para él, parece que no ha salido a su padre en este sentido y él disfruta mucho con estas cosas.

Lo que también me doy cuenta ahora es que en el colegio han cambiado bastantes cosas. No recuerdo tener que hacer tantos trabajitos en mi época. Supongo que ahora la enseñanza es mucho más práctica. Por ejemplo, hace poco fue el mes de la prehistoria en el colegio y, además de aprender muchas cosas sobre esa época, hicieron diferentes trabajos relacionados. Uno de los que más entusiasmó a los niños fue el de confeccionar una especie de disfraz prehistórico. 

Para hacerlo, llegó a casa con un montón de materiales que les habían dado en clase, entre ellos varios tipos de cintas textiles que tenían que usar para el traje. Cuando me vi con todas las cosas sobre la mesa y la hoja de las instrucciones abrí los ojos de par en par pensando: “pero, ¿qué piensan que somos los padres? ¿diseñadores de moda?”. Pero entonces el peque se puso manos a la obra sin esperar por mí y me animé. 

Es una de las cosas que más me gusta de la paternidad, comprobar cómo el niño tiene algunas habilidades de las que yo carezco. Me parecería muy aburrido si mi hijo fuera muy parecido a mí y hubiera heredado mis defectos. Parece que el chaval es de otra manera para bastantes cosas. Así que cuando me senté a trabajar con él y los tipos de cintas textiles vi que no era tan difícil. Porque trabajar con gente entusiasta siempre contagia. Además, es muy perfeccionista y se enfada cuando las cosas no quedan bien. Sin pasarse tampoco, me parece una buena forma de progresar, siendo exigente con uno mismo.